Pintura Rococo
El arte rococó, que floreció en Francia y en Alemania a principios del siglo XVIII, era en muchos aspectos una continuación del barroco, sobre todo en lo concerniente al uso de la luz y de la sombra, y al movimiento compositivo. Sin embargo, es un estilo más ligero y festivo, muy adecuado para la decoración de las residencias parisinas. Entre los pintores del rococó destaca Jean Antoine Watteau, conocido por sus pinturas etéreas de enamorados elegantemente vestidos solazándose en las fêtes galantes (reuniones al aire libre, que estaban de moda); estas fantasías bucólicas fueron muy emuladas por otros artistas franceses. También eran muy populares las escenas mitológicas y pastorales, en las que aparecían mujeres desenfadadas y distinguidas, realizadas por François Boucher y Jean-Honoré Fragonard. Por su parte, J. B. S. Chardin, también destacado como pintor de bodegones, confería a las mujeres el papel de madre y de ama de casa en sus escenas de género. Como ejemplo del estilo rococó en Alemania está la obra del pintor italiano Giovanni Battista Tiepolo, que pasó algún tiempo en Wurzburgo; los techos de la sala de la escalera y del salón de recepciones del palacio episcopal de Wurzburgo están decorados con sus frescos.
Como parangón a la tradición rococó del continente, se encuentran las obras de tres destacados artistas ingleses del siglo XVIII. William Hogarth era conocido por sus cuadros y grabados de tono moralizante, en los que satirizaba los disparates sociales de su época, como en su famosa serie (primero pintada y después grabada) Casamiento a la moda (1743), en la que relata la ruinosa trayectoria de los matrimonios de conveniencia. Thomas Gainsborough y Joshua Reynolds, siguiendo la tradición establecida por Van Dyck, se centraron en retratar a la aristocracia inglesa. El vigor y la gracia de estos retratos, y su penetrante interpretación psicológica, los elevan del simple retrato social a un incomparable registro de las modas y costumbres de las clases adineradas de la época.
Artistas mas destacados:
Watteau, Jean-Antoine (1684-1721), pintor francés considerado uno de los principales artistas del periodo rococó y precursor del impresionismo del siglo XIX.
Watteau nació en Valenciennes (hoy en Francia) el 10 de octubre de 1684. A la edad de 14 años comenzó a estudiar en su ciudad natal de la mano de un humilde pintor de temas religiosos. En 1702 viajó a París, donde vivió como pintor gracias a las copias y amanerados cuadros devocionales que le compraba un marchante. Más tarde estudió con el grabador y escenógrafo Claude Gillot, que le hizo interesarse por los tipos y las formas de la commedia dell'arte italiana tan en boga entonces.
Hacia el año 1708 comienza a trabajar con el artista decorativo Claude Audran, conservador de las colecciones del palacio de Luxemburgo. Gracias a ello, tuvo la oportunidad de estudiar el ciclo de cuadros barrocos de Petrus Paulus Rubens sobre La vida de Maria de Medici. En 1709 ganó el segundo premio del codiciado concurso Prix de Rome, y recibió después importantes encargos. En 1717 es elegido miembro de la Academia Francesa en París. Watteau, de frágil constitución y carácter enfermizo, murió de tuberculosis el 18 de julio de 1721 en Nogent-sur-Marne.
Sus lienzos reflejan la influencia de los grandes pintores flamencos, especialmente de Rubens y de la escuela veneciana. Su estilo, sin embargo, puso de manifiesto una sensibilidad en el tratamiento de la luz y el color, una sensualidad, una delicadeza y un lirismo hasta entonces desconocidos. El estilo de Watteau fue imitado por otros pintores rococós, pero ninguno logró alcanzar las cualidades de su pintura. Con la llegada del neoclasicismo al arte francés, su reputación entró en declive, aunque, tras la Revolución Francesa y, sobre todo, durante el romanticismo, volvió a aumentar.
Entre los temas favoritos de Watteau destacan las reuniones galantes al aire libre, conocidas como 'escenas galantes' (fêtes galantes), en las que elegantes cortesanas y caballeros pasan el tiempo en placenteras fiestas rodeados de árboles. Su obra maestra de este tipo de escenas fue Embarque para la isla de Citerea (1717, Louvre, París). También destacan Capitulaciones de boda y baile campestre y Fiesta en el parque, ambas en el Museo del Prado, Madrid. Otro tema muy utilizado por Watteau fueron las representaciones de payasos, arlequines y otras figuras de la commedia dell'arte, como Arlequín y Colombina (1715, Colección Wallace, Londres) y Los cómicos italianos (hacia 1720, National Gallery of Art, Washington). La muestra de Gersaint (1720, Staatliche Museen, Berlín), pintada para la tienda de un marchante de arte amigo de Watteau, es una obra maestra del género realista tanto por su composición como por su dibujo.
Fragonard, Jean-Honoré (1732-1806), pintor francés del periodo rococó, uno de los artistas favoritos de la corte de Luis XV y Luis XVI por sus escenas amorosas de delicados colores, situadas a menudo en jardines.
Nació en Grasse el 5 de abril de 1732. Comenzó a estudiar pintura a los 18 años en París con Jean Baptiste Simeon Chardin, pero su estilo se formó principalmente a partir de la obra de su maestro posterior, François Boucher. En 1752 ganó el gran premio de Roma; después de ser discípulo durante tres años del pintor francés Carle Van Loo, Fragonard estudió y pintó durante seis años en Italia, donde recibió la influencia del maestro veneciano Giovanni Battista Tiepolo. Al principio Fragonard desarrolló un estilo acorde con la temática religiosa e histórica. Sin embargo, después de 1765 siguió el estilo rococó, que entonces estaba de moda en Francia. Las obras de esta última época, que son las más conocidas, reflejan la alegría, frivolidad y voluptuosidad del periodo. Se caracterizan por la fluidez de líneas, las vaporosas flores en medio de un suave follaje y las figuras con poses llenas de gracia y elegancia, normalmente de damas con sus amantes o de campesinas con sus hijos. La Revolución Francesa le llevó a la ruina económica al perder su posición la nobleza de la que recibía encargos. Aunque contó con la ayuda de Jacques-Louis David, el pintor más importante de la nueva escuela neoclásica francesa, Fragonard no llegó a adaptarse nunca al nuevo estilo y murió en la pobreza el 22 de agosto de 1806 en París.
Las tablas que le encargó Marie-Jeanne Barry, amante de Luis XV, para decorar su palacio de Louveciennes constituyen su obra más importante. En dicha serie, conocida como Los progresos del amor, se encuentran La persecución y El amante coronado (ambos de 1771-1773, Colección Frick, Nueva York). En el Louvre de París se conservan cinco obras suyas, entre ellas Las bañistas (c. 1760) y El estudio (1769); otras obras notables son El columpio (c. 1766, Colección Wallace, Londres) y La carta de amor (c. 1769-1770, Museo Metropolitano de Arte, Nueva York).
El Pequeño Trianón se encuentra situado al sur-este del Gran Trianón en el recinto palaciego de Versalles. El Pequeño Trianón fue creado en el siglo XVIII: Luis XV hizo construir, en principio, un zoológico, un jardín, una escuela botánica y un invernadero. Luis XVI regaló el Pequeño Trianón finalizado a su esposa María Antonieta. El arquitecto encargado de los planos fue Ange-Jacques Gabriel. En el siglo XIX, la emperatriz Eugeniareunió en él un conjunto de objetos que habían pertenecido a María Antonieta.
El castillo del Pequeño Trianón fue edificado por orden de Madame de Pompadour, la favorita de Luis XV, que no lo pudo ver acabado porque murió antes de que se terminara en 1768. Seguidamente fue ocupado por Madame du Barry, la siguiente favorita del rey.
Peregrinación a la isla de Citera
Peregrinación a la isla de Citera (Pèlerinage à l'île de Cythère) |
Antoine Watteau, 1717 |
Óleo sobre tela • Rococó |
129 cm × 194 cm |
Museo del Louvre |
- el cumplido galante. Un joven, como un Cupido, tira del vestido de la joven, como para alentarla1 sobre la seducción que comienza entre ella y el galán con el que mantiene una conversación
- la invitación a la danza. El galán, de pie, toma a la joven mujer por las manos, y la invita a levantarse.
- el enlace. Es una tercera pareja que se dirige hacia el barco. La joven mira hacia atrás con nostalgia, como lamentando dejar la isla donde ha pasado horas felices; aunque puede que lamente en realidad la indiferencia de su anterior enamorado. La pareja está acompañada por un perrito, que ha sido interpretado como símbolo de erotismo o de fidelidad.